Según los datos de Gas Natural Fenosa, los electrodomésticos suelen ser un 25% del total dentro de la factura. Esto supone un gasto importante en el presupuesto a final de mes en el hogar.
Cómo usar tus electrodomésticos de una forma eficiente
La clave está en adquirir ciertos hábitos a la hora de consumir energía en el hogar, nos ayudará a optimizar los recursos y a hacer un mejor uso de la misma. Por eso, creemos importante incidir en los siguientes consejos para hacer un uso eficiente y correcto de nuestros electrodomésticos.
En primer lugar hacerse con un electrodoméstico de clase A y color verde siempre que sea posible; gracias a ese certificado de eficiencia. No obstante, basta con adoptar una serie de acciones que varían según el punto de gasto. Un gran truco para ahorrar energía es descongelar los alimentos en el compartimento refrigerador, ya que el aparato aprovechará el frío de estos.
Respecto al horno, hay que intentar no abrir la puerta: cada vez que se realiza esta acción. A la hora de cocinar es importante elegir ollas a presión que ahorran. El recipiente, además, se calentará de forma más eficiente si su fondo es ligeramente superior a la zona de emisión de calor. Ahorrar al lavar la ropa también es una de las grandes opciones. Las lavadoras de clase A+, A++ y A+++ con diferentes ciclos de lavado ayudan a ahorrar cientos de euros a lo largo de su vida útil. Una vez más, hay opciones aunque no estés pensando en cambiar tu electrodoméstico: puedes, por ejemplo, poner el agua a la menor temperatura posible y cargar la lavadora al máximo de su capacidad.
Otros elementos a tener en cuenta son los ordenadores y televisores. En el caso de los primeros es importante apagarlos si se prevé una pausa en su uso superior a media hora. En cuanto a la televisión, debes asegurarte de que no se queda en stand by; lo mismo sucede con las consolas, los equipos de música. Una buena opción es utilizar una regleta y cortar la corriente cuando no se utilice ninguno de los aparatos.
Finalmente, combinar todas estas opciones con otras acciones básicas relacionadas con el aislamiento, la iluminación o la calefacción pueden ayudar a reducir la factura energética de forma considerable.