Cuando estrenamos nuestras toallas son suaves y muy agradables a nuestro tacto, sin embargo, seguramente hayas notado que después de cierto tiempo empiezan a perder la suavidad y comienzan a ser más rígidas y desagradables cuando las pasamos por nuestra piel. A continuación dejamos varias recomendaciones para que tus toallas sean tan tersas y delicadas como el primer día:
1. No usar suavizantes.
Este tipo de productos puede dañar la tela, por eso aconsejamos que al menos en sus primeros lavados no se utilicen suavizantes.
2. Lavarlas por separado o con espacio suficiente.
De esta manera pueden girar cómodamente en la lavadora.
3. Agua fría.
La temperatura del agua debe ser fría, aun así, te recomendamos elegir los grados que vengan marcados en las etiquetas de tus toallas.
4. Utilizar la secadora.
El resultado será mejor si tienes secadora y conseguirá eliminar los restos de humedad.
Si sigues nuestros con tus propias toallas y quieres comentarnos cómo te han quedado, puedes dejarnos tu comentarios al final de esta página.
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